La inmensa mayoría de los usuarios de la Banda Ciudadana de nuestros días tomó contacto, creció y sigue usando la CB en 27 MHz, dado que es la franja de la onda corta legalmente asignada hoy a este servicio en casi todo el mundo, salvo ciertas excepciones. Pero la base sobre la que iniciaba su existencia la radio de los ciudadanos para comunicaciones de corto alcance, a nivel local, fue la UHF. En la época de su nacimiento, allá por los últimos años de la década de los 40 del siglo XX, la tecnología, el diseño y la fabricación de radios de onda corta suponía unos costes muy por debajo de los necesarios para las de UHF. Esto propició que, en su lugar, se pudieran poner a la venta los aparatos y accesorios que permitían la CB en 27 MHz a precios populares. Fue una razón de peso para que la onda corta se impusiera años más tarde y siguiera brindando a los ciudadanos un medio de comunicación por radio que ha sobrevivido hasta la actualidad.