En 1993 la Federación Catalana de CB emprendía una campaña de protesta contra el cánon quinquenal impuesto por la Admnistración. Muestra de ello se dejó ver en más de 150 cabinas telefónicas por las que se colocó la publicidad que se aprecia en la imagen. La campaña publicitaria tuvo una duración de 15 días y contó con el apoyo de la firma PRESIDENT, empresa que confeccionó los carteles, mientras que TELEFÓNICA realizó la distribución de los mismos. El texto, escrito en catalán, incitaba a los usuarios a ponerse en contacto con la Federació Catalana de CB y debajo de un símbolo famoso en tiempos del franquismo. Destaca el contraste entre el dibujo y el lugar elegido (un medio de comunicación) denunciando el grave atentado económico que los usuarios de la Banda Ciudadana se vieron sometidos.
Fuente: CB Magazine nº 11. 1993
La Federación Catalana de CB, contra la exención de licencia
El 13 de mayo de 2014, con motivo de la publicación por parte de la SETSI de una nota sobre la supresión de la licencia para la Banda Ciudadana en España, la Federación Catalana de CB publicó a través de las redes sociales el siguiente texto:
Día triste para la CB, aunque muchos piensen lo contrario. Después de 30 años de reconocimiento oficial, la CB deja de estar reconocida oficialmente en España, pasando a ser… nada. Se podrá seguir utilizando, si; no se pagarán tasas, cánones, licencias, etc, y aunque es bueno para unos bolsillos castigados por la crisis, para los que luchamos por su legalización, perseguidos por la Guardia Civil en las carreteras, parando a todos los coches que llevávamos “pincho”, los que perdimos días y noches redactando textos, discutiéndolos con los diversos funcionarios, Subdirectores y Directores Generales que han pasado por la Dirección General de Telecomunicaciones, explicándolos a los usuarios, viajando por muchos rincones de España, no nos podemos alegrar precisamente de ver cómo tanto esfuerzo desaparece de un plumazo.
Los cebeistas hemos sido incapaces de hacer calar el mensaje de que no somos radioaficionados o, como dije en mis primeros años de lucha ante un Director General “Somos radioaficionados porque nuestra afición es la radio, pero CEBEISTAS porque utilizamos la CB”. Es una pena que, por mucho que nos llenamos la boca con que “somos radioaficionados”, las principales asociaciones que a nivel nacional los representan, NUNCA han hecho mención de la CB en sus medios oficiales de comunicación con sus asociados y con el público en general, ni muchos menos la han reconocido en sus actos oficiales.
También es triste que los que se han constituído en portavoces de un movimiento reivindicativo en pro de la exención de la autorización en CB, se vanaglorien de que sus esfuerzos han sido fundamentales para el citado cambio legislativo. Todo el mundo es libre de luchar por lo que cree, pero, tal como ya se ha convertido en “norma no escrita” en éste país, muchas mentiras se convierten en una verdad, a fuerza de repetirlas hasta la saciedad.
Y el remate, es que quienes firman como portavoces, lo hagan con sus distintivos de llamada de radioaficionados (EA7IRJ y EB7CVL), además de sus distintivos de llamada de CB, señal inequívoca de que quienes realmente celebrarán la desaparición oficial de la CB serán muchos radioaficionados, que verán como un servicio que multiplicaba por cinco las cifras de radioaficionados en España, desaparece del mapa, no así sus usuarios, aunque a partir de ahora, unos podrán decir, sin poder demostrarlo, que la CB ha aumentado considerablemente su número de usuarios; otros, (la Administración o Administraciones) podrán decir justamente lo contrario, y disponer de las frecuencias según sus necesidades, o de las empresas que tienen detrás.
La Federació Catalana de CB seguirá activa, y seguirá luchando por y para la CB. Seguirá representando, como ya viene haciendo en los últimos 20 años, a la CB y a sus usuarios de la mano de la European CB Federation ante los organismos internacionales, que, aunque la mayoría de los usuarios lo desconozcan, son los que realmente dictan las normas y los que, en sus reuniones de comité, deciden en qué se emplean las diferentes bandas de frecuencias disponibles y a qué servicios se otorgan; España, en éste caso, no ha hecho otra cosa que cumplir sus directivas, aunque muchos se empeñen en ocultarlo.Un Saludo, y 73’s.
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